El euro cae a mínimos de dos meses frente al dólar por las perspectivas de recesión en Europa
La actividad de servicios apunta a una contracción del 0,2% del PIB de la eurozona en el tercer trimestre
El Bundesbank dice que Alemania atraviesa una «fase de debilidad» y prevé que el estancamiento continúe
Saltan las alarmas para la economía española: Alemania vuelve a estancarse e Italia entra en recesión
Malas noticias para los españoles que viajen a Estados Unidos o a otros países con su moneda ligada al dólar. Los tambores de recesión en Europa han provocado una fuerte caída de la cotización del euro hasta mínimos de los dos últimos meses, un movimiento que se acentuó este miércoles con unos datos del sector servicios en la zona euro más débiles de lo que se esperaba.
Como se puede observar en el gráfico adjunto, la moneda europea alcanzó máximos por encima de 1,23 dólares en julio, y desde entonces ha sufrido un retroceso constante hasta la zona de 1,08. Una caída superior al 12% en apenas un mes, lo cual es un movimiento muy violento para lo habitual en el mercado de divisas, y más aún para el cruce entre las dos principales monedas del mundo.
Detrás de este fuerte retroceso se encuentran las perspectivas cada vez más sombrías para la economía de la zona euro. Italia ya tiene crecimiento negativo y Alemania lleva tres trimestres estancada; y lo que es peor, el propio Bundesbank anticipa que esta situación va a prolongarse en los próximos meses.
A esto se suma un dato que ayer tuvo un gran impacto entre los brokers y bancos de inversión: el PMI (índice de gestores de compras) de la zona euro, que mostró que el sector servicios se está contrayendo como ya ocurría con la industria desde hace meses. Este índice mide las compras que realizan las grandes empresas y, cuando éstas se ralentizan, indica que la economía se va a contraer. En este caso, las estimaciones son de una caída del 0,2% del PIB de la eurozona en el trimestre actual.
«La última ronda de índices PMI de la zona euro confirma lo que los participantes en el mercado venían temiendo desde hace tiempo: que la economía eurozona se encaminaba hacia una recesión en el tercer trimestre, si es que no lo estaba ya. Los índices PMI de agosto no sólo muestran que la recesión en el sector manufacturero de la eurozona, en curso desde el verano pasado, persiste a mediados del tercer trimestre, sino que ahora va acompañada de una contracción en la actividad de los servicios», explica Simon Harvey, director de análisis en Monex Europe.
Problemas para el BCE
Esta situación cuestiona seriamente que el BCE vaya a subir los tipos de interés de nuevo en septiembre, como tenía previsto inicialmente. De hecho, el mercado concede ahora sólo un 40% de probabilidades a esta alza en la próxima reunión.
Rosa Duce, directora de inversiones de Deutsche Bank España, sostiene que «la fuerte caída continua en los datos del PMI pondrá a prueba el optimismo de crecimiento del BCE. La debilidad actual de la manufactura podría ser más que cíclica. Podría revelar un choque de competitividad más persistente y estructural. El debilitamiento de los servicios podría revelar que la transmisión monetaria es más fuerte de lo que esperaban los halcones. Es un desafío difícil para el BCE en septiembre, ya que no está claro que la inflación esté donde el BCE la quiere. No se puede descartar una pausa, pero no debe malinterpretarse como el pico».
Etoro directamente cree que el BCE tiene que dar un giro de 180 grados a su política. «El BCE está combatiendo las elevadas tasas de inflación con su agresiva política monetaria, pero, al mismo tiempo, corre el riesgo de ralentizar aún más la economía europea; un giro en los tipos de interés es esencial para volver a la senda del crecimiento», según su analista Max Wienke.